martes, 18 de noviembre de 2008

Hasta la Próxima

Estoy fuera de la oficina esta semana, por lo tanto, no podré escribir un blog.

Que el Señor les bendiga a todos.

Mark

martes, 11 de noviembre de 2008

La Inseguridad

He pensado mucho en cuantas cosas hacemos en el nombre de Dios, pero que de verdad salen de nuestra inseguridad.  Pensándolo intelectualmente, el trabajo del liderazgo de la iglesia es de proteger a la iglesia y defenderla ante  cualquier amenaza que pueda levantarse en contra de ella, pero, a la vez, en lo personal, cada líder debería morir a si mismo cuando es criticado y, tomando lo que es cierto, aplicarlo a su vida, y lo que no es cierto, tener la bondad de perdonar las críticas.

Yo tengo claro que esta es la posición que Jesús quiere de nosotros, pero encuentro que es una posición imposible, porque mi tendencia natural es de oponerme a cualquier persona que me critique directamente y, como consecuencia,  dejo pasar las amenazas que atentan a la unidad de la iglesia. 

¿Por qué será esto?  Porque somos tan inseguros que vivimos con temor a que alguien descubra la verdad de nosotros.  Todos queremos la aprobación de los demás, queremos ser valorados por quienes somos y los dones que tenemos.  Pero cuando alguien nos critica, amenaza con destruir esa aprobación que tanto necesitamos para estar bien.

Y esta es la sutileza del pecado.  O sea, el evangelio nos dice algo totalmente distinto:

Salmo 27:10   10  Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el SEÑOR me recibirá en sus brazos.

O sea, aunque todo el mundo me rechace – aun mi padre y mi madre – la única aprobación que vale es la de mi Padre celestial.  Ahora, la ironía es que en este mundo, es muy probable que si otras personas te vieran como de verdad eres, probablemente te rechacen.  Todos tenemos cosas en nuestras vidas que otros van a rechazar.  Pero la única forma que vamos a poder abrirnos a los demás, y correr el riesgo del rechazo es si cambiamos el switch de quien necesitamos que nos apruebe.  O sea, si necesitamos que los demás nos aprueben, vamos a vivir vidas cerradas, protegiéndonos de las posibles amenazas.  Pero si sólo necesitamos que nuestro Padre celestial nos apruebe, ya tenemos la seguridad, que si hemos acudido a Jesús, el que dio su vida por toda la maldad que tenemos, el Padre nos recibirá en sus brazos.  Nunca nos rechazará.

Bueno, todo esto lo sé intelectualmente.  Cuánto necesito que oren por mí para que esto llene mi ser y el amor de mi Padre celestial me inunde y me cambie.  Todavía me duele mucho cuando me siento rechazado por los demás.  Aunque quiero que Jesús sea todo lo que necesite, en la experiencia, busco mucho más que sólo a él.  Y este es el resumen del pecado en mi vida y de cuanto necesito que él venga a convencerme de mi necesidad.

martes, 4 de noviembre de 2008

Blog de David McCarty

Hola a todos,

No sé si todos vieron el blog que puse el viernes sobre el Halloween.  No voy a escribir uno nuevo hoy día, sino que animarles a ver ese blog y también el nuevo blog de David McCarty.

Dios todopoderoso nos siga bendiciendo, dándonos ojos para ver su verdad.

Un gran abrazo,

Mark